Una historia de más de 200 años engalana a esta 'maison', una de las pocas en Champagne que mantiene su carácter familiar e independiente. El cimiento de su renombre reposa en la excelencia de sus viñedos y su absoluto dominio de la Chardonnay.
Las ocho generaciones actuales de Champagne Henriot tienen sus raíces en el enlace entre Paul Henriot y Marie Marguet, y en el grupo de parcelas plantadas con Chardonnay en plena Côtes des Blancs, que Marie obsequió a su esposo en 1808 para conmemorar su unión.
Hoy en día, la familia supervisa alrededor de 35 hectáreas de viñedo que abarcan el Valle del Marne y la Montagne de Reims.
El resultado de esta labor es una serie de champagnes que destacan por su riqueza aromática, frescura y capacidad para envejecer. Estos vinos capturan a la perfección la singularidad de los más sobresalientes terruños de la mítica región vinícola francesa. Una característica distintiva de estos suelos emblemáticos es su mineralidad, impregnada por la caliza y la tiza.