Emanando singularidad, impregnados de pasión y emociones que perduran. Estos vinos, en cada exquisito sorbo, afirman con orgullo su origen arraigado en el corazón mismo de la Ribera del Duero: un terroir que engendra sensaciones y momentos profundos, llenos de significado e imborrables.

A mediados de la década de 1980, decidimos respaldar a una emergente y afortunada región vitivinícola, explorando con minuciosidad sus suelos y meticulosamente seleccionando el sitio óptimo para engendrar vinos extraordinarios. Desde 1993, nos hicimos propietarios de viñedos centenarios, como El Otero, y emprendimos nuevas plantaciones con determinación.

El año 2000 marcó un hito, ya que tras años de exploración en la viña y en la bodega, presentamos los pioneros vinos bajo la insignia de Áster. Profundizamos en el entendimiento del viñedo, afinando la ya reconocida personalidad de nuestras marcas.

En el presente, como resultado de una inagotable inquietud y una búsqueda constante de la excelencia, seguimos evolucionando, presentando vinos que capturan tanto el estilo clásico (Finca El Otero y Áster) como el contemporáneo (Áster El Espino), lo que nos permite experimentar la esencia de la Ribera del Duero en pleno siglo XXI.